ERES EL VISITANTE Nº

martes, 12 de mayo de 2009

MARGOT PALOMINO - TRILCE

Pueden la música y el canto transportarnos hacia interrogantes esenciales, iluminar certezas o reconciliarnos con nosotros mismos? Margot Palomino, desgrana alegrías venideras, con rigor y esperanza, fraternidad sin abatimiento, convocando el torrente de ilusión que fluye en la canción andina. Su trabajo artístico se ha orientado desde sus inicios a la búsqueda de lo más auténtico y revelador que pervive en ese anchuroso cauce de nuestra cultura popular tradicional, aportando, pasión, modestia y honestidad excepcional. Gracias a esa continuidad, construye una poética y su voz discurre por ríos profundos modelando el sentimiento que nos descubre la patria a la altura de quienes la soñaron, recobra así el efecto mágico característico del canto quechua, y reuniendo las admirables canciones ayacuchanas de ayer y siempre, talla con ellas el testimonio- en su conmovedora dimensión humana- del amor frágil, fugaz pero inolvidable que tejen con sus vidas hombres y mujeres, y da fe de ese otro, más vasto e irrenunciable, que emana de la historia de nuestros pueblos y abraza la memoria que nos protege del dolor y la soledad, amor que seguirá inspirando las canciones con las que quiere recordarnos que “aún es tiempo de recuperar la primavera”.
Primero fue Trilce, luego Lucero, ahora Ischu: tres instancias musicales de Margot Palomino, tres nombres profundamente queridos en este camino de la canción, la música y la palabra. Trilce, el poema de César Vallejo, lo heredan movimientos, grupos que se comprometen con el arte del pueblo, en las universidades, las calles, el campo y la vida. El Ischu, esos manojos de paja enhiesta que crecen en las punas, ahora convoca en nombre de Margot Palomino a una valiosa generación de compositores para dar vida al sentimiento de nuestro pueblo. Ellos llegan con la música de una canción, con el verso y la palabra que le entrega sentido y razón a la vida, no importa lo fugaz del momento. Grabemos en la eternidad del viento sus nombres: Ranulfo Fuentes, Manuelcha Prado, Walter y Julio Humala, Carlos Huamán, Jorge trebejo, Carlos Baquerizo, en sus mentes y corazón bullen promesas, proyectos, sueños, la vida se va haciendo canción y melodía. De pronto Margot palomino, descubre que una canción también es un himno, una proclama, un abrazo, un testimonio transparente de la vida de un pueblo, y cantar es echar a los cuatro vientos la belleza de la verdad. Margot Palomino ha escogido un buen momento para esta su tercera producción musical. Estudiosa, sensible, atenta a su entorno, el corte fundamentalmente ayacuchano de su voz y su entrega en cada canción le señala un primerísimo lugar en el concierto de las artistas intérpretes del cancionero popular. Día a día nos reclamamos la urgencia definitiva de afirmar una vida digna, en este camino nos encontramos con Margot Palomino-nacida en la apacible Moquegua- interpretando el trabajo, la lucha el amor de millones de personas que nos ayudan a perfilar nuestra propia manera de ser y entender el Perú.
Margot Palomino, con su canto vital, alienta a todos los que no nos resignamos a que el Perú se muera o lo maten. Sus canciones de amor, así, también vibran como recias proclamas en defensa del espíritu andino; del arte musical sobre todo, que fuera recogido por ella, esencialmente, en los riscos ayacuchanos. Este cassette, retazo vivo de nuestro país, tiene pues el marco de la cálida voz de una cantatriz que, además, es Musa de reuniones populares, donde anima también con personalidad y belleza. Mientras canta y encanta, organiza la defensa del arte.

Desde sus primeras grabaciones Margot Palomino reveló un flexible registro donde la música y la palabra, mantienen su diferencia y cantan juntas. Hay en su voz metales y melancolías que ella sabiamente, al modo andino, convierte en afirmaciones. La canción de Margot Palomino expresa y defiende la cultura popular andina. Una cultura que enfrenta la alternativa de perderse en una falsa globalización o por el contrario, constituirse en el eje de un país multiforme. Quizás el principal espacio por la definición de lo popular peruano (andino, amazónico, criollo) está en las ciudades y más aún en Lima. La tarea de Margot Palomino con su voz es tan rigurosa, poderosa y eficiente como la construcción de caminos y acueductos que comuniquen a todas las gentes.

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